Los asesinos nacen y se hacen simultáneamente
¿Los criminales, asesinos, homicidas y maltratadores tienen cerebros
diferentes al resto de las personas?
Esta es una pregunta que desde hace más de un siglo ha rondado la cabeza
de los criminólogos.
En los 80`s las técnicas de imágenes de resonancia magnética funcional
impactaron el mundo de la investigación al dar importantes pistas sobre lo que
ocurre al interior del cerebro humano.
El primer estudio con escaneo cerebral de asesinos lo realizó Adrian
Raine en California, Estados Unidos. Pero no era por azar que hiciera allí el
estudio, pues fue atraído por el gran número de sujetos violentos y homicidas.
En el estudio realizado por varios años por este científico y su equipo
al escanear los cerebros de numerosos asesinos encontraron un común
denominador, había actividad reducida en el córtex prefrontal, el área del
cerebro que controla los impulsos emocionales y sobre activación de la amígdala
cerebral, la zona que genera las emociones.
Por lo que de este argumento se concluye que los asesinos y
maltratadores tienen cerebros que los hacen más propensos a la ira y el enfado
y la violencia, lo que a su vez contrasta con un bajo o nulo control de sus
emociones
En una sociedad conflictiva, con problemas de corrupción de alto nivel,
y por tanto con déficit de inversión económica en lo social. Con un Estado que
difícilmente llega a las zonas y las poblaciones que presentan altos niveles de
pobreza económica, educativa y sociocultural, es apenas obvio que la formación
y desarrollo de los niños va a ser muy pobre.
El ser humano nace con la posibilidad de convertirse en un ser humano
bueno, o un ser humano mal, sus valores ser construyen a lo largo de sus
primeros años de desarrollo, pues hay algo que se conoce como “factor
epigenético” que se refiere a que por encima de lo genético el entorno es
determinante, afectando y modificando formaciones fisiológicas.
Los estudios de Raine indican que una de las razones para que un ser
humano se convierta en un maltratador, un delincuente o un asesino está en el
maltrato infantil, pues el córtex prefrontal es muy vulnerable al entorno y
sobre todo a daños a nivel cerebral.
Uno de los sujetos de estudio fue Donta Page, un hombre que asesinó
brutalmente a una joven de 24 años. Este hombre desde muy pequeño fue agredido
por du madre, con golpizas diarias con cables de electricidad y todo tipo de
material con el que pudiera castigar al niño.
El maltrato físico a temprana edad se constituye en un factor
epigenético que altera la fisiología cerebral que puede formarlo para ejercer
actos violentos.
Sin embargo, esto no es una regla, pues solo un pequeño porcentaje de
estos niños se convierte en asesinos. Esto se debe a que, según
investigaciones, hay unos factores involucrados que predisponen al asesino. En
1993, 15 años de investigaciones con una familia en Holanda, en la que todos
los hombres tenían historial de violencia, demostraron que a todos les faltaba
un gen, el “gen del guerrero” . Este gen produce una enzima llamada MAOA que
regula los niveles de Dopamina mediante la absorción de los neurotransmisores
involucrados en el control de impulsos. De esto se concluye que si se carece
de este gen o su funcionamiento es limitado y el individuo ha sido sometido a
maltrato estará predispuesto a ser violento.
Alrededor del 30% de los hombres carecen de este gen o éste presenta
baja actividad, por lo que la manifestación de la conducta violenta dependerá
fundamentalmente de lo que ocurra en su infancia. Si de niño es maltratado,
ultrajado, menospreciado, abusado sexualmente se activarán altos niveles de
dopamina que no podrán ser metabolizados o estabilizados por la falta de este gen
y las tendencias de estos individuos serán de violencia. Si estos tienen una
infancia feliz, no son violentados, maltratados o abusados, sus tendencias
agresivas no se manifestarán, pues a pesar de carecer del gen los niveles de
dopamina se no se segregarán y por tanto no habrá tendencia a manifestar
conductas violentas.
Si se tiene la versión de alto riesgo del gen y te han maltratado en la
infancia, las posibilidades de una vida criminal son mucho más altas.
Si se tiene el gen de alto riesgo, pero no ha sido maltratado, no habrá
mayor riesgo. Pues el gen por si solo no afecta de manera importante el
comportamiento. Pero en condiciones del entorno negativas este gen será
determinante en la conducta violenta.
Segùn Sinc Jari Tithonen, neurocientífico de Suecia, más del 50% de los
delitos violentos cometidos en países desarrollados tienen explicaciones de
orden genético, pues este gen estaría involucrado en más del 10% de la conducta
criminal violenta.
El consumo de alcohol y sustancia psi coactivas que contribuyen a la
liberación de neurotransmisores como dopamina influyen en el comportamiento
violento. Los estudios muestran que los delincuentes se encuentran bajo la
influencia de una sustancia psicoactiva en el momento del acto delincuencial
violento.
La mezcla asesina será entonces la combinación de varios factores en
individuos con este gen de alto riesgo. La violencia mezclada con la sexualidad
conlleva en muchas ocasiones al maltrato infantil, en la última entrevista que
dio Ted Bundy antes de ser ejecutado dice:” la mezcla entre la violencia y la
pornografía violenta representó un importante papel en mis crímenes sexuales,
pues la pornografía que presenta un alto nivel de violencia sexual es un
estimulante que se convierte en una adicción”.
Por tanto, la relación entre violencia y maltrato infantil son una
mezcla explosiva que conlleva al delito.
La clave es enseñar pautas de crianza y relación positivas en las
familias donde no se presente violencia ni maltrato con el fin mejorar el
control de impulsos y así reducir la probabilidad de emitir conductas
violentas. El entorno influye en la fisiología humana llevando inclusive
a modificarla, fenómeno conocido como factor epigenético.
Ahora que se tiene este conocimiento hay que actuar en consecuencia.
Por Yesid Hernandez Alvarez
La URL del vídeo del asesino serial Ted Bundy: https://youtu.be/cpTnzY2thRw
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