Una visión alternativa del caso Sergio Urrego


Tres años y medio después de la muerte de Sergio David Urrego Reyes, un joven con orientación sexual homosexual que tomó la decisión de suicidarse, ya que no soportó las presiones sociales que concluyeron con su muerte.  

La sociedad nuevamente cae en el error de esperar comportamientos “pertinentes “o adecuados por parte de las personas, de los colectivos sociales y de los representantes de instituciones cuando nunca los prepara para ello. En este país se asume que las personas se educan por el hecho de ir a una institución educativa y enseñárseles a leer y escribir y dotarlos de una cantidad de conocimientos que no tienen sentido alguno ajeno a adquirir información y como prerrequisito para presentarse a una universidad.

Es claro que Sergio tenia un nivel de tolerancia a la frustración demasiado bajo, es decir que emocionalmente no estaba, ni estuvo nunca preparado para soportar las presiones de su condición sexual, sobre todo en las contextos de una sociedad que tiene un pésimo nivel de educación y que “está en pañales” de entender que la educación no solo se obtiene en la escuela, cuando esta inicia desde la casa , se fundamenta en la escuela y se solidifica en las interacciones y acciones de la sociedad.    

Para entender mejor esto definamos el termino educación. Educacion según la Real academia de la lengua es la “acción y efecto de educar. Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes. Instrucción por medio de la acción docente”.

Otra definición mucho más completa habla de la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.

"la escuela se ocupa también de la educación en valores; cursos de educación para adultos; la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia"

Estas definiciones casi que confían a la escuela la completa formación del individuo, cuando lo cierto es que la educación es una labor de conjunto, pues es en el hogar, en la familia donde se construyen valores, conceptos del bien y del mal, decisiones de actuar según lo que se piensa y se siente, según la psicología cognitivo conductual. Para posteriormente fundamentarse en la escuela y se solidifica en sociedad.

Des afortunadamente en el caso de Sergio Urrego la actitud de la psicóloga y la dirección solo se constituyó en factor precipitador de su decisión, pues el verdadero error se cometió en la formación del hogar, cuando no se fundamentaron los constructos emocionales necesarios para hacer frente al rechazo social.

La ideología social y los cambios de actitud no se dan de la noche a la mañana, pues el cambio actitudinal, de valores y creencias se da en el tiempo, en un proceso longitudinal.

Infortunadamente la legislación colombiana asume que las personas deben comportarse de una determinada manera cuando no se han posibilitado las condiciones para ello.

Es mucho lo que tendrá que trasegar la sociedad colombiana para entender que no se debe juzgar por ideologías, sino por realidades, y que estas realidades son la consecuencia de la formación de la que somos producto los seres humanos, y los seres humanos nos educamos a partir de tres aspectos:  


El sujeto se ha ubicado en el centro del triángulo porque es el producto de las tres instancias educativas, no es la escuela la responsable de las consecuencias a que lleva una sociedad conflictiva, donde la pobreza y la falta de oportunidades impera, donde la educación se centra solo en enseñar a leer y escribir, por cierto, con grandes falencias y falta de recursos humanos. Una sociedad en continuo conflicto, donde abunda el crimen y la delincuencia y la deshonestidad Una sociedad donde no todos los docentes están comprometidos con su labor, donde no se ven a ellos mismos como ejemplo de formación para sus estudiantes y son ajenos y en muchas ocasiones ignorantes de la adecuada formación del ser humano. 

Una sociedad donde las universidades se ocupan de formar profesionales ajenos a la buena formación como seres humanos buenos, una sociedad que deja al “libre albedrio” la formación de valores, una sociedad y un estado que se distinguen por la corrupción y la politiquería y no tienen la menor idea de lo que es la “neotenia” la posibilidad de formar mejores seres humanos cada día.  Aunque en el mejor de los casos saben qué es ello y entienden que podríamos formar una mejor sociedad, pero que su formación no les permite ser mejores seres humanos para mejorar la educación integral y mejorar esta sociedad.  

A Sergio Urrego no lo mataron las funcionarias del colegio, a Sergio lo mato la pésima formación de la que fue objeto en el seno de su hogar.    
Por Yesid Hernandez

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