Familia y hogar, sus diferencias
Cuando decidimos conformar un hogar es porque consideramos que tenemos la madurez y
disposición actitudinal para convivir con otra persona y tomar decisiones propias sin dejarnos
influenciar por personas ajenas a la relación. Para no perjudicar la calidad de vida, la tranquilidad
y armonía con mi pareja e hijos. Al aceptar convivir con personas ajenas a mi relación debo y
deben tener total claridad para estar y mantenerse alejados de la relación de pareja, de la toma
de decisiones y de la solución de problemas. Si decidimos colaborar económicamente con la
familia extensa debemos tener claro que podemos hacerlo y que tenemos la disposición
económica para no perjudicar nuestro presupuesto familiar. Otro grave error es que ya en
convivencia con la familia permitamos que se inmiscuyan en nuestra relación de pareja y de
hogar, perjudicando las dinámicas y la armonía.
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